-XX-
No conozco nada y nada me preocupa.
No veo diferencia entre sí y no.
No veo diferencia entre bien y mal.
No temo aquello que la gente teme en la noche.
La gente está feliz como en una fiesta suntuosa
o jugando en el campo en primavera;
pero yo permanezco tranquilo y vagabundeando,
como un recién nacido antes de aprender a sonreír,
solitario, sin hogar.
La gente tiene lo suficiente y para compartir,
pero yo no poseo nada,
y mi corazón es ignorante,
turbio y ensombrecido.
La gente está radiante y segura,
mientras yo sigo ciego y confuso;
la gente es inteligente y sabia,
mientras permanezco torpe e ignorante,
sin objetivo, como una ola en la superficie del mar,
sujeto a nada.
La gente está ocupada con un propósito,
mientras sigo impractico y tosco.
Estoy aparte del resto de la gente
todavía sostenido por la Naturaleza.
-XX-
Cuando se abandona lo aprendido, desaparecen las contrariedades.
¿Qué diferencia hay entre "¡eh!" y "¡oh!"
¿Qué distinción puede hacerse entre "bueno" y "malo"?
¿He de temer lo que los demás temen?
¡Vaya tremendo sin sentido!
Todo el mundo está alegre y sonriente,
como si festejaran el sacrificio de un buey,
como si subieran al Pabellón de Primavera;
tan sólo yo permanezco tranquilo e impasible,
como un recién nacido que todavía no ha sonreído.
Sólo yo estoy desamparado,
como quien no tiene hogar al que volver.
Todo el mundo vive en la abundancia:
Sólo yo parezco no poseer nada.
¡Qué loco soy!
¡Qué mente más confusa tengo!
Todos son brillantes, ¡tan brillantes!
Sólo yo estoy oscuro, ¡tan oscuro!
Todos son agudos, ¡tan agudos!
Sólo yo estoy callado, ¡tan callado!
Suave como el océano,
sin propósitos como las ráfagas del vendaval.
Todo el mundo está encauzado en lo suyo,
sólo yo permanezco obstinado y marginal.
Pero en lo que soy más diferente a los demás
¡es en saber sustentarme de mi Madre!
-XX-
Suprime el estudio y no habrá preocupaciones.
¿Qué diferencia hay entre el sí y el no?
¿Qué diferencia hay entre el bien y el mal?
No es posible dejar de temer
lo que los hombres temen.
No es posible abarcar todo el saber.
Todo el mundo se enardece y disfruta,
como cuando se presencia un gran sacrificio,
o como cuando se sube a una torre en primavera.
Sólo yo quedo impasible,
como el recién nacido que aún no sabe sonreír.
Como quien no sabe adónde dirigirse,
como quien no tiene hogar.
Todo el mundo vive en la abundancia,
sólo yo parezco desprovisto.
Mi espíritu está turbado
como el de un ignorante.
Todo el mundo está esclarecido,
sólo yo estoy en tinieblas.
Todo el mundo resulta penetrante,
sólo yo soy torpe.
Como quien deriva en alta mar.
Todo el mundo tiene algo que hacer,
sólo yo soy un inútil.
Sólo yo soy diferente a todos los demás
porque aprecio a la Madre que me nutre.
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