-V-
La Naturaleza no es amable;
trata a todas las cosas imparcialmente.
El sabio no es amable;
trata a toda la gente imparcialmente.
La Naturaleza es semejante a un fuelle;
vacía, pero satisface todas las necesidades,
cuanto más se mueve, más produce;
el sabio actúa de acuerdo al Tao de la misma forma
y no puede ser agotado.
-V-
Cielo-y-Tierra no tiene sentimientos;
trata todas las cosas como perros de paja .
El Sabio no tiene sentimientos;
trata a toda su gente como perros de paja.
Entre el Cielo y la Tierra parece haber un Fuelle:
está vacío, pero es inagotable; cuanto más trabaja, más sale de él:
Más vale buscarlo en tu interior.
-V-
El cielo y la tierra no son benevolentes.
Para ellos, los seres humanos son como perros de paja.
El Sabio tampoco es benevolente.
Para Él, los seres humanos son como perros de paja.
El espacio entre Cielo y Tierra es semejante a una flauta,
está vacío, pero no se hunde; si se moviliza, más y más, sale de Él.
Ante Él, las muchas palabras se agotan. Mas vale conservar lo esencial.
1 comentario:
Don Juan permaneció en silencio por un momento. Luego, otra vez, él comentó acerca de un pensamiento que pasaba por mi mente. Yo estaba pensando en que la impecabilidad siempre me hacía pensar en moralidad religiosa.
-La impecabilidad, como tantas veces te lo he dicho, no es moralidad -me dijo-. Sólo parece ser moralidad. La impecabilidad es, simplemente, el mejor uso de nuestro nivel de energía. Naturalmente, requiere frugalidad, previsión, simplicidad, inocencia y, por sobre todas las cosas, requiere la ausencia de la imagen de sí. Todo esto se parece al manual de vida monástica, pero no es vida monástica.
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