-VIII-
El mejor de los hombres es semejante al agua,
la cual beneficia a todas las cosas, sin ser contenida por ninguna,
fluye por lugares que otros desdeñan,
donde se acerca más deprisa al Tao.
Así, el sabio:
Donde mora, se acerca más deprisa a la tierra,
en el gobierno, se acerca más deprisa al orden,
hablando, se acerca más deprisa a la verdad,
haciendo tratos, se acerca más deprisa a los hombres,
actuando, se acerca más deprisa a la oportunidad,
en el trabajo, se acerca más deprisa a lo competente,
en sentimientos, se acerca más deprisa al corazón;
no lucha, y así permanece libre de culpa.
-VIII-
La forma suprema de bondad es como el agua.
El agua sabe cómo beneficiar a todas las cosas sin combatir a ninguna.
Va a los lugares que todos desprecian.
Por ello, está cerca del Tao.
Al escoger tu morada, has de saber cómo no apartarte de la tierra.
Al cultivar tu mente, has de saber cómo bucear en las profundidades ocultas.
Al tratar con los demás, has de saber se amable y bondadoso.
Al hablar, has de saber medir tus palabras.
Al gobernar, has de saber cómo mantener el orden.
Al administrar, has de saber ser eficaz.
Cuando actúes, has de saber escoger el momento oportuno.
Si no luchas contra nadie, estarás libre de todo reproche.
-VIII-
La suprema bondad es como el agua.
El agua todo lo favorece y a nada combate.
Se mantiene en los lugares
y así, está muy cerca del Tao.
Por esto, la suprema bondad es tal que,
Su corazón es profundo.
Su espíritu es generoso.
Su palabra es veraz.
Su gobierno es justo.
Su trabajo es perfecto.
Su acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
No hay comentarios:
Publicar un comentario