-II-
Cuando se reconoce la Belleza en el Mundo
se aprende lo que es la Fealdad;
cuando se reconoce la Bondad en el Mundo
se aprende lo que es la Maldad.
De este modo:
Vida y muerte son abstracciones del crecimiento;
dificultad y facilidad son abstracciones del progreso;
cerca y lejos son abstracciones de la posición;
fuerza y debilidad son abstracciones del control;
música y habla son abstracciones de la armonía;
antes y después son abstracciones de la secuencia.
El sabio controla sin autoridad,
y enseña sin palabras;
él deja que todas las cosas asciendan y caigan,
nutre, pero no interfiere,
da sin pedirle, y está satisfecho.
-II-
Cuando todo el mundo reconoce lo bello como bello,
esto en sí mismo es fealdad.
Cuando todo el mundo reconoce lo bueno como bueno,
esto en sí mismo es malo .
Ciertamente, lo oculto y lo manifiesto se generan el uno al otro.
Dificultad y facilidad se complementan entre sí.
Lo largo y lo corto ponen de manifiesto a su contrario.
Alto y bajo establecen la medida mutua.
La voz y el sonido entre sí se armonizan.
El atrás y el delante se suceden mutuamente.
Por ello, el Sabio maneja sus asuntos sin actuar,
y difunde sus enseñanzas sin hablar.
No niega nada a las innumerables cosas.
Las construye sin atribuirse nada.
Hace su trabajo sin acumular nada por él.
Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella,
y precisamente por no vanagloriarse, nadie se la puede quitar.
-II-
Todo el mundo toma lo bello por lo bello,
y por eso conocen qué es lo feo.
Todo el mundo toma el bien por el bien,
y por eso conocen qué es el mal.
Porque, el ser y el no-ser se engendran mutuamente.
Lo fácil y lo difícil se complementan.
Lo largo y lo corto se forman el uno del otro.
Lo alto y lo bajo dependen de su posición.
El sonido y el tono armonizan entre sí.
El antes y el después se suceden recíprocamente.
Por eso, el sabio adopta la actitud de no-obrar
y enseña sin palabras.
Todas las cosas aparecen sin su intervención.
Nada usurpa ni nada rehúsa.
Ni espera recompensa de sus obras,
ni se atribuye la obra acabada,
y por eso, su obra permanece en él.
2 comentarios:
el Sabio maneja sus asuntos sin actuar "no-hacer"
Nada desea ni nada rehúsa.
Ni espera recompensa de sus obras.
Él no se ata a nada en la Tierra, "no tiene YO".
KRISHNAMURTI Y LA MEDITACIÓN
Es preciso estar atento al desorden que hay dentro de uno mismo, atento a las contradicciones, a las luchas dualísticas, a los deseos opuestos, atento a las actividades ideológicas y a su irrealidad. Uno ha de observar "lo que es" sin condenar, sin juzgar, sin evaluar en absoluto.
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