-XXII-
Acepta y serás completo,
inclínate y serás recto,
vacíate y quedarás lleno,
decae, y te renovarás,
desea, y conseguirás,
buscando la satisfacción quedas confuso.
El Sabio acepta el Mundo
como el Mundo acepta el Tao;
no se muestra a si mismo, y así es visto claramente,
no se justifica a si mismo, y por eso destaca,
no se empeña, y así realiza su obra,
no se glorifica, y por eso es excelso,
no busca la lucha, y por eso nadie lucha contra él.
Los Santos decían, "acepta y serás completo",
una vez completo, el Mundo es tu hogar.
XXII
Ceder es conservarse íntegro.
Doblarse es enderezarse.
Estar vacío es llenarse.
Consumirse es renovarse.
No tener nada es poseer.
Tener en abundancia es desorientarse.
Por lo tanto, el Sabio abraza el Uno
y se convierte en el modelo del mundo.
No se muestra,
y por eso es luminoso.
No se justifica,
y por eso tiene gran fama.
No se vanagloria de nada,
y por eso la gente le cree.
No se enorgullece,
y por eso es el que gobierna a los hombres.
No compite con nadie,
y por eso nadie en el mundo puede competir con él.
¿Acaso no es cierto que, como dicen los antiguos,
«ceder es conservarse íntegro»?
Así es como se conserva,
y el mundo le rinde homenaje.
XXII
Lo que esta a medias, será completado.
Lo que está torcido, enderezado.
Lo que está vacío, llenado.
Lo que está viejo, renovado.
Quien tiene poco, recibirá.
Quien tiene mucho, perderá.
Por eso, el Sabio
abraza la iluminación.
El mismo no pretende ser nadie, y brilla.
No se vanagloria, por ello acaba sus obras.
No da importancia a su persona y los otros lo realzan.
porque nadie en el mundo rivaliza con quien no compite.
Lo que dijeron los antiguos, por cierto, no son palabras vanas:
"Lo que está a medias, será completado"
Esto incluye la perfección auténtica.
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